Nuestra Banda Sonora

No creo que el amor exista tal y como se habla de el. Cuando era pequeña, sentada frente al televisor,  me quedaba anonadada viendo como se querian los hombres y las mujeres, como cada vez que se besaban, sonaba esa musica tan bonita, con trompetas y violines, todo era como un sueño, ellas se dejaban besar entornando los ojos, ellos las agarraban por la cintura, casi las doblaban, como si de un tango arrabalero se tratara.
Con los años, llegada la adolescencia ... los primeros besos, me di cuenta de que esos violines no existian y que aunque yo entornara los ojos, el no me cogia por la cintura ni me cantaba al oido.
Me di cuenta , tambien, de que el amor como tal no existia, que a los hombres les podia el deseo, que nosotras habiamos sido educadas para darselo, pero nos rebelamos, queriamos darlo y recibirlo, ahí erradicaba el error, para mi.
Siempre fui una adolescente acomplejada, gafa pasta que se diria ahora, metodica, cariñosa, insegura, lista, aguda, simpatica, poco enamoradiza, total una amalgama que ni yo misma se descifrar.
Ahora soy una mujer adulta,  pienso que más que amor es sociabilidad, necesidad, sexo, pero no es ese amor frenetico adolescente, que te cuaja por dentro, que hace que te estalle el corazón cuando te mira, por el que te vistes, bebes y respiras, por el que haces de una canción la banda sonora de tu vida y cada libro o pelicula romantica es como tu historia. Cuando quieres a alguien, los puntos suspensivos son importantes, siempre esperas a que la otra persona los llene con sus palabras.
Si me preguntaras cual es mi banda sonora te diria, aquella en que, de la mano, paseamos bajo la lluvia y me susurrabas al oido que me querias.